"Los pisos son, por término medio, más grandes que los españoles. Abarcan unos 140 metros cuadrados y salen a la venta por unos 200.000 euros. En el mismo litoral ese precio puede subir hasta 400.000", explica Mario Martins, presidente de la Agencia para la Modernización de Oporto.
Por Héctor González/Periodista y colaborador de Property Secrets
La segunda ciudad más populosa de Portugal intenta basar su desarrollo en innovar. El casco urbano clásico se ha quedado pequeño y pierde habitantes. En la actualidad lo ocupan unos 230.000. El apogeo lo viven los municipios del denominado Gran Oporto, un perímetro con extensa costa que rodea ya a 1,7 millones de personas y que engloba 15 principales asentamientos urbanos. Los más pujantes son los Vilanova de Gaia (al sur), Matosinhos y Maia (al norte).
Capital culturalLa urbe trata de exportar su capitalidad cultural como atractivo para los inversores. La novedosa Casa de la Música sirve como bandera.Los alrededor de 10.000 eventos -según las autoridades- culturales que orquestan cada año ejercen de reclamo para atraer población, al igual que la marina o los campos de golf. Los hoteles han proliferado en el Gran Oporto.
Mercado inmobiliario establePero ese boyante mercado ha quedado en cierto modo atenazado por la crisis económica, la subida del euribor y de las cotizaciones de las viviendas, que han sufrido un parón. "Es cierto que el mercado inmobiliario se ha frenado, pero no bajan los precios, se han estabilizado. Las familias tienen dificultad para endeudarse", apunta Martins a preguntas de propertysecrets.
En esta situación, tanto las autoridades como el sector inmobiliario han buscado nuevos nichos de mercado. Por un lado potencian el aspecto vacacional de sus municipios costeros y por otro han constituido la sociedad Porto Vivo Sur, cuya misión estriba en rehabilitar grandes espacios, como mercados, y zonas residenciales.
Rehabilitación del centro histórico"Nuestra previsión consiste en recuperar el centro, reformarlo y acondicionarlo para atraer a más personas a vivir aquí, porque los jóvenes desean ocupar esas viviendas, pero hace falta que se hallen en buen estado", comenta Martins. Este casco histórico cuenta con el cartel de Patrimonio de la Humanidad.
Ampliación del aeropuertoEse desarrollo de la vivienda lo suman a la potenciación del aeropuerto internacional Sa Carneiro, que dispone de una capacidad de 16 millones de pasajeros anuales con la creación de la nueva Terminal. Los vuelos de bajo coste se han disparado. A ello ha contribuido la potenciación del turismo de poder adquisitivo medio-alto, azuzado por su bonanza meteorológica, la constante política cultural, la gastronomía atractiva o el bajo índice de delincuencia.Por otra parte, el progreso económico de la zona avanza con la creciente industrialización, ya que empresas nacionales como el banco BPI, Porto Editora o RAR operan en los parques industriales que surgen en las inmediaciones de la ciudad.
PIB e inflación moderadosEl aumento del PIB es moderado, como ocurre en la mayor parte de la Unión Europea. La previsión ronda el 1,8 por ciento. La inflación también está contenida, aunque, como igualmente sucede en el contexto europeo, la referencia inicial del 2,1 por ciento está sujeta a revisión al alza.
Nivel de vida más bajo que en EspañaEl país dispone de mano de obra cualificada, aunque con salarios más reducidos que los españoles. De hecho, el nivel de vida resulta igualmente inferior. Martins, director de la Agencia para la Modernización de Oporto, esgrime un ejemplo elocuente. "Comer en un restaurante en España puede costar unos 25 euros, mientras que en Oporto el precio se rebaja hasta los 15", apunta.
ConclusionesEl inversor español se topa con una oportunidad para adquirir segunda residencia o viviendas a un precio más bajo que en España a igualdad de condiciones y materiales. Eso sí, tampoco puede esperar una revalorización tan alta como ocurre en otros países, como puedan ser lo del este de Europa. Las ventajas de Portugal, y en este caso de Oporto, se circunscriben a su carácter limítrofe con España, sus buenas comunicaciones agudizadas tras la renovación del aeropuerto o la reforma del casco antiguo, con la opción de adquirir viviendas en pleno centro de la ciudad a un precio interesante.
Rendimiento a medio-largo plazoSe trata, en todo caso, de inversiones para mantenerlas a medio o largo plazo, garantizadas por el crecimiento económico progresivo de la capital cultural portuguesa y por el incremento del turismo. Por tanto, se trata de una apuesta que no certifica un rendimiento inminente y alto, pero sí más o menos seguro.
miércoles, 11 de marzo de 2009
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